Sarah Ospina Cano - Cantante

El don del canto se acomodó el 8 de julio de 1997 en Sarah Ospina Cano. Su familia posee su mismo don, ese que inundan el ambiente de sonrisas, melancolía, y en varias ocasiones de lágrimas.

Ninguno de los integrantes de su familia tuvo vida ni proyecto en la música, han aprovechado su voz para hacer de sus celebraciones únicas y llenas de sentimientos y emociones en letras y notas musicales.

Sarah emplea su tiempo estudiando francés, esperando su inicio en la carrera de psicología en la Universidad Católica de Pereira. En sus emociones y cuerdas vocales resuenan las melodías graves y agudas haciendo de la clave de sol agradable de escuchar.

Emplea su don del canto para expresar su estado, para disfrutar el día a día, para dedicar momentos de sonrisas con las personas que la rodean.Tiene como meta aprender varios instrumentos musicales para armonizar su voz, hasta llegar al violín, el instrumento de cuerdas que le quita el sueño y la hace soñar despierta.

En este momento ha pensado entregar su vida a la música, sin embargo, su deseo de estudiar al ser humano, entender lo racional e irracional, sumergirse en los conflictos para encontrar una solución y así llegar a brindar la calma que necesita el hombre, es mucho mayor. Sin embargo, ella misma menciona que ya su vida la ha entregado a la música la cual brota desde la voz de quien ama, del silencio de las noches, del ladrar de un perro, de los autos que le recuerdan la vida, el cielo que no tiene sonido pero la hace pensar en canciones.

De esta manera Sarah, una joven que habla con su alma, nos da un ejemplo de cómo podemos cumplir todos nuestros sueños sin necesidad de abandonar otro, de cómo el amor hacia algo puede dividirse en dos pasiones.

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